Científicos revelan cómo identificar una sonrisa falsa
Los ojos, no la boca, revelan la autenticidad de una sonrisa, según expertos en anatomía facial y neurociencia. La clave reside en el músculo orbicular de los ojos, que solo se activa en las sonrisas de Duchenne (las genuinas), que crean las típicas «patas de gallo». Las sonrisas sociales o forzadas, en cambio, solo involucran los músculos de la boca, lo que las hace mecánicas y fácilmente detectables por nuestro cerebro.
El neurólogo francés del siglo XIX, Guillaume Duchenne, descubrió que las sonrisas auténticas requieren la participación de dos grupos musculares: los que elevan las comisuras de la boca (como el cigomático mayor) y los que contraen suavemente los ojos. «El orbicular de los ojos no se activa a voluntad sin una emoción real detrás», explicó la profesora de anatomía de la Universidad de Bristol, Michelle Spear. Incluso los actores más talentosos necesitan recurrir a recuerdos emocionales para simularla con éxito.
Estudios demostraron que los humanos (incluso bebés de 10 meses) distinguen inconscientemente entre sonrisas verdaderas y falsas. Esta habilidad evolutiva, vinculada al giro fusiforme y al surco temporal superior del cerebro, ayudó a evaluar la confiabilidad de los demás. Hoy son un aspecto crucial: las sonrisas sociales, aunque útiles para la cortesía, generan desconfianza cuando son demasiado evidentes.
El esfuerzo por mantener expresiones falsas (común en trabajos de servicio al cliente) puede causar estrés crónico y agotamiento emocional. Mientras, la inteligencia artificial lucha por replicar sonrisas convincentes, ya que sin la participación natural de los ojos, las expresiones digitales parecen artificiales.
Fuente: Medios internacionales
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