Científicos proponen usar velas solares para explorar el cosmos

Los vuelos interplanetarios para arribar a Marte o Júpiter podrían tornarse más sostenibles, mediante las velas solares, vehículos espaciales que emplearían la energía de los protones del viento solar como medio de propulsión sin combustible. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) labora para construir velas solares eficaces, mientras que un grupo de científicos de la Universidad de Sevilla, España; construyen un modelo para generar trayectorias óptimas.

El combustible es un recurso de extremo valor para las naves espaciales, debido a la actual imposibilidad de repostaje. Esto implica que, cuando éste se agota, la trayectoria de la nave es prácticamente incorregible. En la mayoría de los casos, el agotamiento de combustible implica el final de una misión, como será el caso del telescopio James Webb, por ejemplo. Sin embargo,  las velas solares emplean la presión de la luz solar para la propulsión, lo que torna innecesarios a los pesados sistemas de los cohetes convencionales.

Permitiría tiempos ilimitados de misión

“Una tecnología propulsiva de este tipo tiene un gran potencial porque, al no consumir combustible, permite tiempos de misión ilimitados. Si queremos que nuestra fuente de energía para seguir una cierta trayectoria en el espacio no sea el combustible, hay que buscar otra alternativa”, explicó el ingeniero aeroespacial de la Universidad de Sevilla, Francisco Urrios, coautor de un estudio que publica la revista Acta Astronáutica, sobre cómo optimizar la planificación y orientación de las trayectorias de estas velas solares.

El Sol crea ingentes cantidades de energía mediante los procesos de fusión nuclear que ocurren en su interior. Principalmente desprende radiación electromagnética, luz; y grandes flujos de partículas como protones, electrones, neutrones, entre otras, a lo que comúnmente se le llama viento solar.  Actualmente existen tres tipos de velas solares: las fotónicas que reflejan la luz del Sol con un extenso material delgado, y son las más estudiadas; las eléctricas (E-sails), cables largos que se cargan a cierto voltaje; y las magnéticas, que consiguen la propulsión mediante un campo magnético.

Las E-sails tienen ventajas y limitaciones

“Cuanto mayor sea la distancia respecto al Sol, más se habrá expandido el viento solar por el espacio, y cada metro cuadrado de vela solar verá menos energía. Por esta razón, las E-sails tienen ventajas, como que la fuerza que generan sobre la nave cae más lentamente con dicha distancia -en comparación a las convencionales- y se han hecho experimentos en laboratorio sobre su viabilidad, otro avance respecto a las magnéticas”, señaló Urrios Gómez.

Sin embargo, también presentan limitaciones, como que la aceleración que generan sobre la nave espacial es sumamente reducida. Además, dicha aceleración generada por la vela solar es incapaz de apuntar al Sol, solo hacia afuera de éste, lo cual limitaría el recorrido. Estudios previos, como el realizado por Wolfgang Seboldt, y Bernd Dachwald, del Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en inglés), indican que se pueden realizar espirales, afuera y adentro, de dicha trayectoria.

Mariano Pérez, ingeniero de aseguramiento de calidad de NASA Ames, inspecciona la nave espacial Advanced Composite Solar Sail System. / NASA /Brandon Torres
Propulsión de velas solares en dirección hacia el Sol, y mantiene su posición a lo largo de la línea Sol-Tierra, al usar solo luz reflejada para la propulsión.

Fuente: SINC

VTV/DC/CP