Bolivia: Escándalo de corrupción con respiradores para Covid-19 desnuda a gobierno de facto
El arresto y cese del ministro boliviano de Salud, Marcelo Navajas, deja en pie las sospechas de que la gobernante de facto, Jeanine Áñez, es la principal responsable del mayor escándalo de corrupción registrado en Bolivia, tras el golpe de Estado que derrocó al presidente legítimo Evo Morales.
“Jeanine Añez mintió y ocultó la compra con sobreprecio de los respiradores españoles. Ahora pretende soslayar sus responsabilidades con el pedido de cárcel para los corruptos” y con la captura y destitución de Navajas, afirmó el portal periodístico Posverdad.bo.
Las primeras indagaciones de la prensa tienden a apuntalar su afirmación, como los mensajes de Twitter de Áñez atribuyéndose, tras cerrarse la operación, el mérito de la compra a dos empresas españolas, con gran sobreprecio, de 500 equipos de respiración asistida para la atención de pacientes de Covid-19 en unidades de cuidados intensivos, reseñó Prensa Latina (PL).
Cuando llegó el primer lote de 170 equipos -a un precio de 28 mil dólares cada uno, siendo su precio real de nueve mil-, se descubrió que no servían para el fin previsto, sino solo para atenciones iniciales de emergencia y tenían otras limitaciones que inicialmente el gobierno intentó negar, en vano.
Las pesquisas apuntaron inicialmente a Navajas y a Mohamed Mostajo-Rahd, nombrado por Áñez como en el insólito cargo de embajador para asuntos de Ciencia y Tecnología, y señalado por la prensa como pareja de una hija de la presidenta de facto.
Mostajo niega que participó en las adquisiciones y que solo asesora a Áñez en temas epidemiológicos y científicos, pero hay videos de entrevistas en las que da cuenta de la operación de compra de los equipos. Pero su situación se agrava porque en la recepción de los equipos participó su primo Eduardo Claros Mostajo, dueño de tres empresas importadoras de equipos médicos.
Navajas cargó la culpa al director Jurídico del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela, un funcionario de tercer nivel quien, por el contrario, planteó objeciones a la operación al cónsul de facto en Barcelona, David Pareja, según éste ha confirmado.
Burda maniobra «ajedrecista»:
Un veterano periodista comparó la detención de Valenzuela con una burda maniobra ajedrecística de sacrificar un peón para preservar, en este caso a un alfil que, a su vez, terminó sacrificado para salvar a la reina, pero no en una jugada ofensiva, sino en una acción desesperada.
Posverdad.bo y otras fuentes afirman que las detenciones deberían extenderse a Mostajo, pero también a la canciller de facto Karen Longaric, y el cónsul Pareja, entre otros posibles funcionarios del gobierno de facto involucrados.
Existen documentos oficiales y testimonios de las mismas autoridades mencionadas que revelan que conocían y participaron de las negociaciones, los contratos, traslado y costos de los equipos, apunta el portal de Internet citado.
Pareja admitió que habilitó un espacio del consulado para las gestiones de la turbia operación, pero afirma que informó por escrito a la canciller Longaric que había otras ofertas con menores precios.
Longaric niega cualquier intervención de la Cancillería en el negocio, admite la existencia del informe de Pareja, pero alega que sus asistentes no le informaron y la trasladaron a los Viceministros de Relaciones Exteriores y Comercio y sostiene que, en todo caso, la comunicación del Cónsul era Pareja.
En un nuevo intento de salir del cerco de hechos y otros indicios que la involucran, Áñez anunció que ha ordenado que, tras el pago de dos millones 28 mil 780 dólares a cuenta por los 170 equipos llegados a Bolivia, “no abone” el resto de los cuatro millones 773 mil 600 pendientes.
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