Baja participación electoral en España respecto a comicios de abril

La participación en las elecciones generales que se repiten este domingo en España se ubicaba, cinco horas después de la apertura de las urnas, en 37,93 por ciento, por debajo de la registrada en los anteriores comicios de abril.

Según los primeros datos oficiales, ofrecidos por el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, y la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea, la asistencia a los colegios es 3,5 puntos inferior a la de hace seis meses a esa misma hora.

La normalidad es la tónica de la jornada electoral, que se desarrolla hasta el momento sin incidencias, subrayaron ambos funcionarios, reseña Prensa Latina (PL).

Los comicios legislativos de este domingo -los cuartos en cuatro años- son una repetición de los celebrados el pasado 28 de abril, debido a que los principales partidos políticos no consiguieron alcanzar un acuerdo de gobernabilidad.

A esta votación, la segunda en 2019, se convocaron a un poco más de 37 millones de electores para renovar el Senado (208 escaños) y el Congreso de los Diputados (350 bancas), la Cámara Baja encargada de elegir al próximo «Jefe del Gobierno» español.

Democracia y monarquía:

Pablo Iglesias renuncia a formar parte del Gobierno de España y ofrece coalición a Pedro Sánchez (Foto agencias)
El actual «Presidente en Funciones», Pedro Sánchez, del PSOE, con el rey Felipe (Foto agencias)

España es una monarquía en la que nadie elige a los reyes. Los electores solo votan por los partidos que postulan candidatos al  cargo de «Presidente del Gobierno» y de congresistas. Éstos últimos en el Congreso de Diputados, de acuerdo a las mayorías que obtengan en los votos, serán quienes decidan, luego que el rey haga «rondas» de conversaciones con los dirigentes de los partidos representados en el congreso para recomendar un candidato a Presidente. Finalmente los diputados se ponen de acuerdo para apoyar al candidato propuesto, sin importar que fuera o no el más votado.  

Con una crisis abierta en Cataluña, donde sus habitantes han sido reprimidos por el Estado Español al intentar votar en referéndum para establecer una República, el actual escenario beneficiaría a los partidos de la derecha, en particular al ultraderechista Vox, según las encuestas. Pero los mismos sondeos dicen que la nueva cita con las urnas dejará una mayor fragmentación parlamentaria, lo que podría extender la parálisis institucional al no obtener mayoría ninguno de los principales partidos para imponerse.

De confirmarse esa predicción, ninguna de las cinco principales fuerzas con representación en la Cámara Baja alcanzará el poder de decidir por sí mismo, por lo que una vez más serán necesarios los acuerdos para desbloquear la situación en un país sin cultura de pactos políticos.

Un escenario que ya ocurrió en las elecciones de diciembre de 2015, las cuales debieron repetirse en junio de 2016, y tras las realizadas en abril de este año, que volvieron a mostrar la ineptitud de la clase dirigente para ponerse de acuerdo.

Los comicios de 2015 marcaron el fin del bipartidismo encarnado durante cuatro décadas por los partidos Popular (PP) y Socialista Obrero Español (PSOE), con la entrada de dos nuevas agrupaciones: el izquierdista Podemos y el liberal Ciudadanos.

La inestabilidad que comenzó entonces se agudizó luego de la contienda de abril, con la irrupción en el Congreso del partido de extrema-derecha Vox.

Los casi 23 mil colegios electorales habilitados para la ocasión permanecerán abiertos hasta las 20:00 hora local y tres horas después está previsto que se conozcan los resultados casi definitivos.

Para garantizar la tranquilidad de la jornada, el actual Gobierno «en funciones» puso en marcha un dispositivo de seguridad integrado por unos 93 mil agentes en toda la nación ibérica.    /CP

Baja participación electoral en España respecto a comicios de abril
(Foto REUTERS/Susana Vera)