Astrónomos captan la llama de Orión desde el desierto en Chile
Un equipo de astrónomos pertenecientes al Observatorio Europeo Austral (ESO) ha logrado captar entre las nubes frías de la constelación de Orión la llamada Nebulosa de la Llama de Orión.
De acuerdo al portal web de Sputnik, las imágenes de la Nebulosa de la Llama de Orión fueron tomadas gracias al radiotelescopio Atacama Pathfinder Experiment (APEX) operado por ESO que se encuentra ubicado en una fría meseta en el desierto de Atacama en Chile.
Las imágenes muestran a la Nebulosa de la Llama de Orión, el elemento de emisión que alberga un cúmulo de estrellas jóvenes en su centro que emiten radiación de alta energía haciendo brillar los gases circundantes. Lo curioso es que, aunque aparentemente se vea fuego en la nebulosa, estas nubes son realmente frías.
También, los astrónomos observaron nebulosas más pequeñas como la Nebulosa Cabeza de Caballo, objetos que forman parte de la nube de Orión en medio de una gigantesca estructura de gas situada a una distancia de entre 1.300 y 1.600 años luz.
El exastrónomo de ESO Thomas Stanke expresó: «Como les gusta decir a los astrónomos, siempre que haya un nuevo telescopio o instrumento alrededor, observe Orión: ¡siempre habrá algo nuevo e interesante por descubrir!».
Además, el equipo de investigadores pudo admirar otros objetos astronómicos en la constelación de Orión como las nebulosas de reflexión Messier 78 y NGC 2071, nubes de gas y polvo interestelar que se cree reflejan la luz de las estrellas cercanas, incluso descubrieron una nueva nebulosa, un elemento pequeño, notable por su apariencia circular casi perfecta, al que llamaron Nebulosa de la Vaca.
Las observaciones formaron parte del estudio APEX Large CO Heterodyne Orion Legacy Survey (ALCOHOLS), que examinó las ondas de radio emitidas por el monóxido de carbono (CO) en la nube de Orión para cartografiar las áreas estelares.
La constelación de Orión es una de las regiones astronómicas más famosas por albergar nubes moleculares gigantes cercanas al Sol, además de vastos objetos cósmicos compuestos de hidrógeno donde se forman nuevas estrellas y hasta planetas. /WIL/JML