Síndrome de Guillain-Barré agrava escasez médica en Gaza

Se ha detectado un brote de síndrome de Guillain-Barré; esta afección neurológica autoinmune ha provocado el deceso de menores y suma 64 casos confirmados, en medio de un sistema de salud colapsado por la violencia y la carencia de insumos críticos.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) indica que los centros médicos activos enfrentan una media diaria de ocho incidentes violentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el 30 % de los pacientes con Guillain-Barré requieren cuidados intensivos, pero no hay disponibilidad de inmunoglobulina intravenosa, tratamiento clave para esta enfermedad. La destrucción del principal almacén médico en Deir Al-Balah ha agravado la atención de heridos y enfermos.

La meningitis también se propaga rápidamente, con cientos de casos registrados y una escasez crítica de antibióticos. Para contener la transmisión, se han habilitado tiendas de aislamiento en el Hospital Al Aqsa y se ha reorganizado el Complejo Médico Nasser. A su vez, organizaciones de salud señalan que el 83 % de las consultas médicas están relacionadas con lesiones provocadas por armas explosivas.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alerta que los lanzamientos aéreos no son suficientes para atender a las 500 mil personas que enfrentan hambre extrema. “Gaza se ha quedado sin alimentos y sin tiempo”, afirmó la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain. En solo 24 horas, cinco personas fallecieron por desnutrición, lo que eleva a 200 los fallecimientos por esta causa, la mitad de ellos menores de edad.

Un informe de la FAO indica que apenas el 1,5 % de las tierras cultivables en Gaza están intactas y accesibles. Más del 86 % presentan daños, y aunque un 12,4 % no ha sido afectado, permanece fuera del alcance por los bombardeos. Esta pérdida de capacidad agrícola agrava las condiciones de hambruna para los más de dos millones de habitantes del enclave.

Treinta expertos en derechos humanos exigieron la restauración del sistema humanitario de la ONU, incluida la UNRWA. En un comunicado conjunto, denunciaron el uso de la hambruna como arma de guerra, práctica que constituye un crimen bajo el derecho internacional. También criticaron la privatización de la ayuda humanitaria, que ha resultado en el deceso de más de mil 400 personas en busca de alimentos.

Una segunda declaración de cinco relatores especiales condenó la escalada de violencia y califica las acciones de Israel como parte de una campaña genocida. Señalaron que las restricciones ilegales a la ayuda humanitaria han generado condiciones que amenazan la existencia física de los palestinos en Gaza, y advirtieron que los intentos de traslado forzado hacia una “ciudad humanitaria” en la frontera con Egipto equivalen a crear un campo de concentración.

Fuente: Medios Internacionales

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