A 158 años del natalicio de Arturo Michelena: El pintor de la Patria

Un día como hoy en 1863, hace 158 años, nació en Valencia el pintor venezolano Arturo Michelena; y el Presidente de la República, Nicolás Maduro, aprovechó la ocasión para declarar en un mensaje de twitter “El pueblo venezolano honra la memoria del pintor que plasmó la gallardía de los llaneros, la fuerza imponente del Padre Bolívar y otros héroes de la Patria, a través de sus obras. A 158 años de su natalicio, celebramos la vida del gran maestro Arturo Michelena.”

Este artista se especializó en obras histórico-alegóricas, fue autor de cuadros emblemáticos en la cultura venezolana como Miranda en La Carraca (1896) y el más destacado exponente del romanticismo tardío junto a Cristóbal Rojas.

Arturo Michelena nació en Valencia el 16 de junio de 1863, año en que termina la guerra, triunfa la Revolución Federal (iniciada en 1859) y Juan Crisóstomo Falcón asume la presidencia de la República. Sobre aquel período más de guerras que de luces escribió Mariano Picón Salas: “para triunfar en Venezuela, y ello será prolongada norma hasta Tito Salas, era necesario saber pintar caballos al galope, cargas de lanceros y fusileros, uniformes, cañones, presillas”. Era hijo de Socorro Castillo Silva (quien era hija a su vez del pintor Pedro Castillo, retratista y autor de los murales de la casa de José Antonio Páez en Valencia) y del pintor Juan Antonio Michelena; este último se convierte en su principal maestro durante su infancia y juventud.

En 1874, a la edad de once años, hace su primer autorretrato, que deja muy impresionado al escritor costumbrista Francisco de Sales Pérez, quien se convirtió en su protector; lo eligió para hacer las ilustraciones de su libro Costumbres venezolanas y lo presentó en el círculo de amigos de Antonio Guzmán Blanco con la intención de que le dieran una beca de estudio para el exterior. Así funcionaba entonces la cultura en el país, con eternos gobiernos autocráticos y monocéfalos incapaces de crear estructuras culturales alternativas o de favorecer mecenazgos independientes.

La época del guzmancismo fue muy particular en ese sentido. Con Guzmán Blanco se crea una serie de instituciones sin base, servicios y símbolos que forman lo que se ha llamado “la religión de la patria”: el Conservatorio de las Bellas Artes, la Academia Venezolana de la Lengua, la estatua del Libertador en la plaza de Caracas que lleva su nombre, la línea telegráfica y telefónica Caracas – La Victoria, el “bolívar” como unidad monetaria, el Gloria al Bravo Pueblo como himno nacional, la edición de Venezuela heroica de Eduardo Blanco, etcétera. En su época, que prácticamente cubre de 1870 a 1888 (salvo un corto período), se inaugura el Panteón Nacional, al que se conducen los restos de Simón Bolívar (1876), y se conmemora el natalicio del Libertador en 1883, entre otros actos, con una gran exposición. En ella participa Michelena con La entrega de la bandera al batallón sin nombre, que obtiene la Medalla de Plata.

Arturo Michelena falleció el 29 de julio de 1898 en Caracas, en su casa de La Pastora. Inmediatamente se realizó una exposición individual en homenaje al artista. 50 años después de su muerte, el 29 de julio de 1948, sus restos fueron trasladados del Cementerio General del Sur al Panteón Nacional, y en 1960 el gobierno compró su casa de La Pastora, que fue tres años después convertida en Museo Arturo Michelena. Entre éste y la Galería de Arte Nacional se reparte buena parte de la obra del pintor de escenas tan emblemáticas como diferentes en pretensión: La joven madre (1889) y Vuelvan caras (1890), que se han convertido en fragmentos obligatorios de la iconografía venezolana. Fuente: Biografías y vidas./MT